Siempre me había fiado de mis primeras impresiones y de mi intuición, la verdad. Es cierto que a veces había fallado pero porque la primera impresión había sido mala o negativa (provocada por mis prejuicios) y luego la persona demostraba mucho más. Y eso era gratificante a posteriori aunque tuviera que admitir mi equivocación.
Pero puede pasar lo contrario: que de primeras alguien te parezca amable, eficiente, prudente, inteligente, resolutivo.... y luego resulte todo lo contrario. ¿Os ha pasado alguna vez? Cuando sucede, te da rabia haber mirado tan positivamente a esa persona para después descubrir, detrás de esa fachada, una persona opuesta a cómo se presentaba al mundo. Y más cuando lo hacía de una manera realmente convincente.
Hay una frase que me dijeron hace mucho tiempo y que me encantó:
"Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo" (Abraham Lincoln)
Se cumple en el 100% de los casos.
Con esta experiencia, he reafirmado mi creencia de que se es lo que se hace y no lo que se dice y que para conocer a alguien, observa cómo actua y no lo que habla.
Esto también se cumple en el 100% de los casos.
Hay algunas personas que crean su personaje e intentan ceñirse a él pero como siempre se ha dicho, "la cabra siempre tira al monte" y al final se retratan.
Aunque hay otra frase mejor todavía:
Es natural como la vida misma que nos pase, hay personas que hacen muy bien teatro.
Así que sólo aprendamos a observar más que a escuchar y a afinar nuestra intuición.
Buenas noches!
No hay comentarios:
Publicar un comentario