Está de moda. Sí, está de moda el amor propio. En muchas publicaciones en las redes sociales se hace referencia a él. Pero me chirrían muchas cosas en torno a su sentido y significado, porque en numerosas ocasiones se plantea desde un punto de vista extremadamente egoísta, con el fin de justificar acciones propias que limitan la libertad y derechos de los demás en favor de la nuestra.
Siempre
he sido defensora del AMOR en mayúsculas. Pienso que sin él, la vida no tiene
sentido. Creo firmemente que si no conocemos el AMOR INCONDICIONAL, no llegamos
nunca a saber el verdadero significado de la vida. La frase que repito
habitualmente en casa, medio riendo medio en serio: “Por mi hijo, mato”, resume que cuando amas de verdad eres capaz de
cualquier cosa por esa persona, hasta de renunciar a ti misma.
Entonces,
mi gran duda era: ¿amor propio o amor al otro? En realidad, como en todo, la
virtud está en el término medio…pero es que también creo que en el amor no
caben las medias tintas.
Y creo
que la palabra que buscaba para lograr definir esa línea, es “autoestima”. Si
es deficiente, toleraremos que los demás abusen de nosotros y se aprovechen de
esas carencias emocionales. Nuestras relaciones son la expresión de nuestra
autoestima. Si amamos más allá de nuestra autoestima, algo no irá bien.
He
encontrado este maravilloso texto de Charles Chaplin. Me quito el sombrero
porque consigue en unas preciosas líneas definir el amor propio y su
compatibilidad con el amor incondicional. Espero que os ayuden tanto como me
han ayudado a mí hoy.
Cuando me amé de verdad
"Cuando me amé de verdad
comprendí que en cualquier circunstancia,
yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta,
y en el momento exacto, y entonces, pude relajarme.
Hoy sé que eso tiene un nombre… Autoestima
Cuando me amé de verdad,
pude percibir que mi angustia,
y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal
de que voy contra mis propias verdades.
Hoy sé que eso es… Autenticidad
Cuando me amé de verdad,
dejé de desear que mi vida fuera diferente,
y comencé a aceptar todo lo que acontece,
y que contribuye a mi crecimiento.
Hoy eso se llama… Madurez
Cuando me amé de verdad,
comencé a percibir que es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o
persona,
sólo para realizar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento,
o la persona no está preparada, inclusive yo mismo.
Hoy sé que el nombre de eso es… Respeto
Cuando me amé de verdad,
comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable:
personas, situaciones y cualquier cosa
que me empujara hacia abajo.
De inicio mi razón llamó a esa actitud egoísmo.
Hoy se llama… Amor Propio
Cuando me amé de verdad,
dejé de temer al tiempo libre
y desistí de hacer grandes planes,
abandoné los mega-proyectos de futuro.
Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta,
cuando quiero, y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es… Simplicidad y Sencillez
Cuando me amé de verdad,
desistí de querer tener siempre la razón,
y así erré menos veces.
Hoy descubrí que eso es… Humildad
Cuando me amé de verdad,
desistí de quedarme reviviendo el pasado,
y preocupándome por el futuro.
Ahora, me mantengo en el presente,
que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.
Y eso se llama… Plenitud
Cuando me amé de verdad,
percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme.
Pero cuando la coloco al servicio de mi corazón,
ella tiene una gran y valioso aliado.
Todo eso es… Saber Vivir
No debemos tener miedo de cuestionarnos,
de hecho hasta los planetas chocan,
y del caos suelen nacer la mayoría de las estrellas."
–Charles Chaplin
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